jueves, 25 de noviembre de 2010

Historias devocionales extraidas de un sueño.

La lluvia riega el campo fértil de nuestra tierra, las aguas surcan con rico caudal las entrañas mismas de los arroyos de nuestra Sierra morena, devuelve la vida a través del verde otoñal, a las que parecían haber sucumbido al caluroso estío de verano.

Que tranquilo me parece ahora el camino solitario, cuando de entre la oscuridad borrascosa, surja cual ave fénix, el astro lunar, alumbrando la senda, donde se posaran durmientes, las sombras del chaparro y del espeso matorral.

Época interesante de Madroños y monterías, riqueza de níscalos y alguna que otra seta venenosa hermana u oveja negra de la familia, hay que saber distinguir, para no sufrir luego, calamitosas consecuencias.

Mientras la luna enseña la senda, allá en el horizonte se adivina la silueta del insigne Santuario, morada de María, escucho cerca de mi el gruñir de la hembra de un jabalí, celosa de mantener en el estricto anonimato, a su prole infantil, jabatos que serán quien sabe, pasto y trofeo de las más selectas cazerías.

Bajo la cuesta que recibe por nombre al fruto "anisado" que anteriormente cité, no quiero abusar de él, no vaya a ser que me pase lo que al niño de la Virgen según cuenta el recordado villancico, ante mi, de la maleza surge el hermano ciervo, jalonado de aurea corona de puntas, desafiante en su mirar, juega con ventaja clara, el terreno, la gallardía, la oscuridad.....

Sigo mi paso, hacia él, decidido, sé que la Madre del cielo me guarda, llego hasta su altura, se aparta, la luna ahora me enseña majestuosa, la cumbre santa en la lejanía, dejándome adivinar el paseo de álamos que preceden al puente viejo sobre el antiguamente llamado, "Xándola".......(Gracias a Dios en árabe).

Hoy, ésta noche, mientras llueve, escribo, porque ahora mismo estoy dejando atrás el llano para adentrarme en "las lastras", es curioso, de nuevo se ha cerrado sobre mí la noche, no llevo más luz que mi pecho candente, rebosante de fe, escucho pasos justo delante mía, resulta ser en apariencia otro loco como yo, creo definir su silueta, lleva morral, y un largo callado, parece un cabrero, pero le pierdo, no hablamos.

No sin dificultad, y tras algun que otro resbalón corono al fin el "cerro marquitos", la luna vuelve asomar regando de luz plateada, el horizonte serrano. Me encuentro de nuevo con el personaje en cuestión, le hablo pues hemos coincidido en el mirador, se sonríe, pero no me contesta, sigue....y yo con él.

Lleva de compaña un Labrador, perro de pastores, es curioso, me transmite mucha paz, le pierdo la pista nuevamente, ya he coronado, ahora llueve de nuevo con mucha fuerza, ¡¡¡quien me mandaría a mi subir esta noche de "entre semana"!!!!.

Adivino la silueta esbelta de la casa de Marmolejo, es ahora un largo y empinado paseo "iluminado" el que jalona mi peregrinar, llego al arco, subo como siempre su calzada, me siento fuerte, le doy un beso, una caricia, un GRACIAS a la Virgen esculpida en la reja que finiquita el empedrado camino, y llego a la lonja.

Para mi sorpresa, son las dos y media de la madrugada, el pasillo mariano está abierto, subo, hay más luz que nunca, me encuentro el camarín de María de par en par, lleva el manto que en su día le regalo una regia persona, Alfonso XIII.

Oro, rezo, silencio, a mi lado estaba el cabrero, no me percaté de su presencia, le miro, no se inmuta, parece hombre joven, de mi quinta, curtido y con ropa muy de otra época, quiero decirle algo, pero tan solo me sale tenderle mi mano sobre su hombro, parece haber venido desde muy lejos.......por fin se digna a mirarme, se sonríe de nuevo, rebosa paz, me contagia.....

Me despido de él con un hasta pronto, tengo el coche aparcado en la lonja del parador, lo subí ayer a mediodía, antes de partir por la tarde en ésta loca aventura, estoy cansado pero lleno de amor.

Salgo por donde entré, de repente, no sé como la puerta se cierra tras de mí, y eso que no noté la presencia de ningún monje, bajo las escaleritas, me detengo ante el monumento de Cervantes, empieza a despejarse, quiero adivinar la silueta de bronce del pastor pero.......no está.......

Es ahí cuando el corazón mismo me otorga la respuesta..... le dejé orando ante Ella en la soledad misma, de un camarín eterno.......

VIVA LA VIRGEN DE LA CABEZA.

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